Los sistemas operativos móviles ya no solo acumulan mejoras y novedades, también entran en juego los nombres. Porque, ¿qué es mejor? ¿Mantener la sucesión original o adaptarla a la temporada en la que se libera un nuevo SO estable? Apple ha decidido adaptarse a lo segundo. Y resulta inevitable plantearse si Android tendría sentido con esa misma estrategia.
Google planteó desde el inicio una doble designación para su Android. Por un lado, cada versión estable ascendía un peldaño en la numeración; por el otro lado, Google asociaba un nombre de postre a cada una de esas versiones. Al principio el dulce tenía mayor importancia, a partir de Android 11 Google decidió desconectar el postre de la versión (aunque sigue en el código). Vista la evolución, dudo mucho que Google quiera alterar su estrategia con la numeración.
Android 26 podría ser el sucesor de Android 16, pero no parece que vaya a ocurrir

Quizá parezca que un cambio de nombre no tiene demasiada importancia, pero lo cierto es que implica alterar por completo una buena parte del código de sistema, de los manuales en línea y, algo importante, pone en peligro el conocimiento de marca que tiene el usuario. Por eso Apple ha esperado tanto para unificar la numeración de sus sistemas. De paso, aprovecha para hacerlo con un notable cambio en el diseño de la interfaz: Liquid Glass.
El nuevo lenguaje de diseño basado en los reflejos del cristal, en los degradados y en las transparencias, hace que iOS, y resto de los sistemas operativos de Apple, retrocedan a la complejidad en vez de dar el salto al mayor minimalismo, como hizo Google con Material 3 Expressive. Con esa renovación completa del diseño Apple se ha arriesgado con un «renaming» completo, algo que puede marear a sus usuarios. Que, en un principio, esperaban iOS 19.
Con una renovación anual, que se ha establecido como estándar, Apple altera completamente la lógica con un iOS 26 que tampoco termina de cuadrar con el año, puesto que quizá sería más adecuado iOS 25. En el lado contrario tenemos a Google, más uniforme en sus sistemas operativos para dispositivos: a excepción de Wear OS, que sí lleva un nombre y numeración distintos, el resto se mantiene en línea con los móviles.
Android 16 llegará a smartphones, tablets, dispositivos de televisión y, se supone, también a las gafas Android XR, aún en desarrollo. Fuera quedan los relojes, como decíamos, y los portátiles, con Chrome OS aún dado los coletazos. Aunque todo indica que también será Android.
Google no tiene motivos para cambiar la numeración de Android: con los años ha logrado consolidar un sistema versátil que se adapta a móviles, tablets, teles... con una única identidad. La unificación es justo lo que busca Apple con el nuevo «26 para todo»: con un catálogo de dispositivos que ha crecido más de lo que querría, una misma denominación ayuda a que los usuarios no se pierdan entre los productos de apple que poseen. Si el número tiene un «26» en el iPhone, iPad, Watch, Apple TV... Está actualizado.
Apple ha diversificado tanto su catálogo que necesitaba unificarlo
Apple optó por crear un sistema específico para cada aparato por más que la mayoría conservase la esencia de iOS (a excepción de macOS); Google prefirió ir por el camino contrario: hacer que Android se adaptase a cualquier tipo de pantalla y superficie manteniendo una misma denominación.
Dudo que Google cuadre el año con la versión: la correlación actual queda suficientemente clara. Además, la empresa está más preocupada por la IA que por cambiar el número de su sistema, quizá por eso Apple lanzó su cortina de humo. Apple Intelligence ha pasado de puntillas por la WWDC 2025.
Imagen de portada | Iván Linares
En Xataka Android | Llevaba años envidiando la agilidad de Continuidad de Apple hasta que por fin lo he visto en Android
Ver 1 comentarios